Me rompen las
pelotas los cursos de Liderazgo y
Coaching…
Es que ellos
mismos, los dictadores de la buenas formas y la liviandad del
mensaje, en este momento sugerirían (por ellos no aconsejan u ordenan) que revise la primera oración y evalué
si existe otra forma de comunicar lo que me causa molestia o insatisfacción.
Porque eso también,
nunca usan una sola palabra siempre es por duo
de sinónimos: Objetivo/ meta – Equipo/grupo – Trabajo/
Tareas… y Roles, Misiones y Funciones, como una santísima trinidad Chori, Morzi
y chinchulín en la que se garantiza que tu compromiso tiene limites bien
definidos (se entiende? Limitar el compromiso…)
Es una fuente
digna de ingresos el dictado de “cursos para líderes y equipos de alto
rendimiento” jornadas
enteras debatiendo si la bailarina gira a la derecha o la izquierda…
Ya aprendí
que…
- - Jamás debo decir la palabra cambio: Probablemente hagamos un par de ajustes sobre la marcha ( o, “ loco, pongámonos las pilas y laburemos”
- - Jamás Adjetivar: Pedro, por favor, te pediría que tengas consideración por tus compañeros en las reuniones próximas (o, Chabón, sos un impuntual del orto… no te esperamos mas)
- - Jamás decir Pero: Es correcto lo que dice Laura y, además, relfexionemos sobre estos otros aspectos (o, esta mina esta mandando cualquiera)
- - Jamás decir No: Lo consideramos (o, ni en pedo, es descabellado)
Un gran conglomerado de asesores del Pro – porque a Mauri le encantan este
tipo de realidades que no definen territorios e identidades- siempre agradecer al equipo y dar algún
discursito motivacional en el que se hable e plural…
Es que
resulta de golpe todo pelotudo cuando la eficiencia de los equipos se mide en
productividad y orden donde poco importa el otro... No en la
trasparencia del lazo que ata las relaciones interpersonales .
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