Recuerdo que una de mis primeras experiencias románticas de la
adolescencia fue un mamarracho… De frente mateca le fui a aclarar a un pibe: “ No te confundas, yo no gusto de vos”
En realidad no fui muy amorosa, de hecho creo que fui horrible, ridícula,
espantosa y victima de mi propia ansiedad – si, mas bien fui una pelotuda- y desde ese entonces soy un iceberg emocional racional-
No recomiendo pasar por esa experiencia… No es
Necesario, menos si vas de puro arrebatada.
Es que nunca entendí muy bien a las
minas que llevan al extremo el histeriqueo -simple, te pasan o no te pasan cosas,
estamos o no estamos- pero ese morbo de dejar a los pibes en posición adelantada,
haciéndoles creer que confundieron las cosas,
no me resulta muy humanitario… entiendo que el autoestima lo necesite, pero no a costa de forrear al
otro.
Supongo que si fuésemos mas sinceros las cosas irían un toque mejor…
Saber venderse es parte del coqueteo (que hay chicas que tienen un Departamento de Marketing
personal que seria la envidia de cualquier multinacional ) pero tampoco me
vengas con que todos los que se
te acercan se confunden con vos… dale, no quiero abonar a la teoría de
Maxi Troyano y el metamensaje del “Algo Habran Hecho”… pero si, querida, si
todas las veces te pasa lo mismo, el problema esta en vos… Hacete cargo! – del mismo
modo en que no te haces cargo de los sentimientos que generas en el chabón-
Como una cuestión de responsabilidad
comunitaria, no da que te hagas la desentendida, peor aun, que la vayas de
confundida… Inventate una salida elegante y aprende a frenar.
Y si no confias en vos misma, escucha a
tus amigas que te la están cantando…
Hay varias frases, palabras o términos acuñados en el romancero
salteño que me encatantan
- Hacerse el que..
- Loro…
- Están presumiendo..
- Loro…
- Están presumiendo..
Y me gustan porque: son autodefinidas, absolutamente
aplicables a una determinada realidad.. poco discutibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario