Me matan las parejas que hablan en plural.
“Estamos barbaro” fue lo ultimo que ella dijo antes de que
el le diga que no quería seguir mas.
Ese es el riesgo del lenguaje inclusivo,
vos incluís mucho mucho mucho, casi que te proyectas en el otro, y de golpe somos
tantos singulares que terminaron siendo ninguno.
“ Veníamos genial, no me explico que paso” Yo
de explico, deja. Paso, que vos venias tan bien que te convenciste que eran los
dos. Si el lenguaje construye
realidades, te creaste un
micro mundo en el que no tenias nada que explicar o preguntar y el otro nada
que decir, asi las cosas no queda mas que Fluir… Fluimos! (los dos) Hasta que
no.
Nosotros… Nosotros, nada. Yo con esta personalidad,
vos, con esa historia e identidad, tratando de construir algo en conjunto pero
de ningun modo que el resultado sea un mounstro que degluta las
individualidades hasta llegar a ser nosotros.
“Nos encanta el Helado”… y el pibe es diabético! – el inclusivo
que no se adapta a la realidad-
Que si al plural llegamos por dos opiniones que
consensuan, vale…
Que si el inclusivo es arbitrario, después no te quejes…

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