No me caben las inauguraciones en
general, menos las de los juegos olímpicos (de hecho tampoco los juegos en sí),
primero porque me aburren y segundo porque me parecen una gran forreada.
El mundo envuelto en llamas y
gobernado por unos cuantos por designación “nuclearmente” divina de un tratado
de NO proliferación nuclear (sí!, NO proliferación – cuac!), y todos embobados
con el camino de una antorcha que lejos de simbolizar la iluminación espiritual
y del conocimiento, representa cómo nos meten la trocha con la idea para nada
descabellada del nuevo orden mundial (yanqui). ¿Te sueña AMD or WMD? Esperemos
que no suenen tanto porque ahí sí que sonamos todos.
Obviamente, dentro de esos pocos titiriteros
están los locales, o el local. No sé, me confunden los isleños, esto de que en
el siglo 21 sigan HASTA con el imperialismo intrainsular me genera tantas dudas
que no sé si referirme a ellos en plural o en singular. Habría que preguntarles
a los pibes de Irlanda del Norte qué opinan. También a los galeses, a los que
Ryan Giggs pidió que no silben el himno british (aunque aclaró que él no lo iba
a cantar, Catalunya un poroto) - mierda, hasta tuvieron que inventar lo de la
selección de fútbol británica para ver si metiéndolo a Ryan pueden arañar
alguna medalla -, a los irlandeses y al propio Andy Murray, que cuando gana es
británico, y cuando pierde es escocés. Así como para fúbol y rugby son
Inglaterra y para los olímpicos son Gran Bretaña. ¡Qué pelotudos!, me hace
acordar a los periodistas porteños: si Scola es el mejor novato de la NBA, dicen
que es porteño; si Del Potro es el nro. 1, dicen “el bonaerense”, si Messi es
el mejor del mundo, dicen “es argento”, y si Forlán es el mejor del mundial dicen
que es “sudamericano”. Bueeena Simones Bolivares, qué patria grande la de
ustedes! ¿Imperialismo moral o deportivo?
30 millones de euros en esta
garcha olímpica da asco, se cagan en el mundo. Nos caretean el espíritu
olímpico (y lo careteamos), mientras desde las gradas del estadio el secretario
general de la ONU pide al presidente sirio que “la corten con el temita de la violencia”,
y Cameron autoriza el lanzamiento de misiles en Malvinas, a la vez que confunde
las banderas de Corea del Norte y Corea del Sur (es que son tan parecidas…). Y
ojo, eso cuando llenan las localidades, porque ahora que ya pasó “the olympic
fever” de la apertura, hasta hay quilombos con los asientos vacíos. Que los auspiciantes
no usan los boletos, que las delegaciones no se hacen el aguante, que los “invitados
especiales no van”, que al fin y al cabo los únicos perjudicados son los pobres
ilusos (la mayoría serán pibitos humildes seguramente) que quieren ver a sus
ídolos paganos. Lo único auténtico que quedan de las olimpiadas son los
deportistas. ¿Los deportistas?
Párrafo aparte para los argentos
exitistas que hablan de fracaso porque no hay medallas a esta altura de la
competencia. Pará Michael Phelps, ¿tan capo sos? Fijate la diferencia que
tenemos de presupuesto y de condiciones de entrenamiento y si vos la podés
poner de tu bolsillo, puteá tranquilo. Si no, ya que tanto sabés ahora de
deportes olímpicos, hacete un salto con garrocha, y si no sale bien, bueee,
metete la garrocha por el anillo olímpico.
La verdad que todas las aperturas
me parecen una pavada, pero en ésta se lucieron. Parece que el director Boyle
se olvidó de Trainspotting y Slumdog millionaire. Y claro… hacer algo onda “El último
rey de Escocia” no garpaba.
Mr. Bean, un pancho que no hace
reír ni a mi prima de 3 añitos. Con esa cara de toor, bien inglesa, no puede
divertir a nadie. Irrita. La última película que grabó creo que es más fea que
pegarle a mi vieja, de lo peor que vi en mi vida. Va como trompada la peli,
valga la redundancia, para las noches de insomnio.
Mi agente secreto favorito, James
Bond, protegiendo a la fuckin’ reina. Más que una de acción, una comedia. 007
anda rubio y devaluado y la escena dejó un lindo mensaje de prosperidad e
igualdad para el tercer milenio: las sangres siguen siendo de distintos
colores, como las pieles y el alma; por eso algunos bobos por mandato divino, y
feudal, merecen honor y gratitud (y claro, también un enorme castillo, una
extensa fortuna, las mejores joyas, trajes ridículos, casamientos de novela y
alguna mano del poder político para limpiar a las nueras rebeldes - y todo a
costa de la plebe cabeza – eh guacho!). Daba para inmortalizar a Freddy en
“Killer Queen” y que Brian May le vuele las canas con el solo de viola.
Lo que sí no puedo desconocer es
la vasta cultura musical que tienen estos pibes. La verdad, hay que
reconocerles que el video que armaron estuvo perfecto en terminar con
“lavarropas” Winehouse. ¿Y qué querés?, ¡si René era el hombre casa (Houseman),
como para que no se mate ésta siendo la “casa vino”! Igual, Amy, si la
intoxicación no te hubiese alcanzado y todavía andabas por ahí, seguro que
después de la inauguración no le errabas con la dosis.
Y para el final mi favorito: Paul
y los 20 mil giles que iban comentando vía twitter/facebook lo que iba pasando …
claro, qué pedazos de buenas ondas, si nadie estaba viendo el evento (ahí está
paul, paul está afinando la viola en mi, paul está calentando la garganta con
un caramelito de miel ... pol, pol, pol, tergopol) . ¡Qué grande!, cómo le pegó
eligiendo “Hey Jude”, justo el tema que compuso pa’ consolar al hijo de “panqueque”
Lennon, cuando éste se divorció de su mujer por “la piba de la película El
Grito”, mrs. Fuckin’ Yoko (Fuckin’) Ono. La verdad que todo el estadio
iluminado, con la llama olímpica al palo, y la multitud tomada de la mano coreando
“na na nananana, nananana, hey Jude” me estremeció hasta mi más honda
sensibilidad (¿?) -juazzz- otra que escena de los músicos del Titanic cuando el
barco se hundía. ¡Llamen a Noel! Imagen Apocalíptica del absurdo mundo: adentro
del estadio y de los televisores, la alegría; y afuera, cada vez más hambre,
más tristeza, más injusticia y más soledad.
Toda tuya la outro Paul, “And anytime you feel
the pain, hey Jude, refrain, don't carry the world upon your shoulders. For
well you know that it's a fool who plays it cool by making his world a little
colder”. Naaa, mejor terminemos argentos al palo, con un clásico ricotero
“ Fijate de qué lado de la mecha te encontrás, con tanto humo el bello fiero
fuego no se ve. Y hay algo en vos que está empezando a asustarte...cosas de
hechicería desafortunada”. Después de todo, justo ‘Skay’ vivió un tiempo en
Londres. Chears!
![]() |
| por suerte está el beach voley, para calentar la grisácea Londres |

No hay comentarios:
Publicar un comentario